INTERVENCION DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE EN LA
I CONFERENCIA LATINOAMERICANA
¡PREPARAR, INICIAR Y DESARROLLAR GUERRAS
POPULARES EN CADA PAIS!
“América Latina tiene importancia también en el mundo, la cumplirá si
es que coge la ideología del proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo,
principalmente el maoísmo, si forja partidos comunistas y si lleva adelante
guerras populares dentro de la revolución mundial”.
La entrevista con el Presidente Gonzalo. Julio, 1988
El Partido Comunista de Chile, en reconstitución desde el
2009, saluda a los asistentes a la I Conferencia Latinoamericana, que por ser
la primera en América Latina, debe tener un carácter preparatorio. José Carlos
Mariátegui, gran comunista latinoamericano, señala que la preparación, el
estudio de los problemas, exige colaboración y por tanto disciplina; que la
colaboración y la disciplina son consecuencia de una posición común; y que, “no sólo es natural sino necesario que se
junten únicamente los afines”, porque “la
heterogeneidad es enemiga de la cooperación” y que “no se trata de inaugurar una tribuna de polémica bizantina sino de
forjar un instrumento de trabajo positivo y orgánico”. En síntesis
planteamos, una Conferencia preparatoria de los trabajos de carácter
internacional que específicamente competen a la realidad latinoamericana.
El contexto internacional en el que se desarrolla la
presente Conferencia, es de agudización de las tres contradicciones
fundamentales manteniéndose como principal la contradicción entre las naciones
oprimidas y el imperialismo. Las tres superpotencias, EU, Rusia y China, con
sus respectivos aliados en las potencias del segundo mundo, sostienen guerras
inter-imperialistas de reparto, parciales y focalizadas (Siria, Irak, Irán,
Yemen), como parte de un proceso de preparación para un tercer conflicto
mundial. Esta preparación les llevará además, a incorporar economías de guerra
en sus colonias y semicolonias y en sus propios países, lo que impulsará aún
más el movimiento proletario internacional (MPI) y el movimiento de liberación
nacional (MLN); y por ello hoy los imperialistas necesitan reajustar sus
Estados reaccionarios y los de las naciones que oprimen, hacia el verticalismo
y la corporativización, es decir, hacia el fascismo aunque en diversos grados.
Por otro lado, están utilizando al oportunismo y al revisionismo como agentes
infiltrados en las masas populares para detener y aniquilar las guerras
populares, luchas armadas y protestas populares, o prevenirlas donde aún no se
dan. Como lo señala Lenin son las superpotencias jóvenes, como actualmente son
Rusia y China, las más agresivas en esta preparación, tal como se puede ver en
sus ofensivas financieras, en su propaganda anti-norteamericana, en el uso de
los falsos partidos comunistas y de los iconos del viejo revisionismo
(guevarismo, castrismo, bolivarianismo, allendismo) y en la incorporación del
nuevo revisionismo, los falsos ‘maoístas’, a esta recua de rastreros lacayos.
Del lado de los pueblos del mundo, nos encontramos en la
ofensiva estratégica de la revolución mundial contra el imperialismo, la
reacción mundial y el revisionismo. Dentro de esta, se desenvuelve una
creciente marea revolucionaria cuya perspectiva necesaria e inevitable por
tanto, es el incremento de las protestas populares, luchas armadas y lo que es
principal, guerras populares. No estamos en repliegue o en estancamiento como
afirma el nuevo revisionismo que se dice maoísta. Las dificultades en la
situación internacional son dificultades de desarrollo y no de estancamiento.
Es la contrarrevolución mundial la que se está pudriendo en medio de su crisis
que no es solo económica o comercial, es crisis general en todos los planos de
la sociedad; crisis que sin embargo no es suficiente, siendo necesaria la
revolución mundial para su sepultamiento final. En consecuencia, el periodo
actual es de lucha contra las tres superpotencias, sus aliados del segundo
mundo y sus títeres, el viejo y nuevo revisionismo. En este periodo nos rige el
principio marxista fundamental de que el imperialismo es un tigre de papel y es
el pueblo el realmente poderoso. Bajo este principio, la convocatoria actual
es: unir al proletariado y naciones oprimidas en la lucha contra las tres
superpotencias y las potencias imperialistas. Esta convocatoria se especifica
en tres situaciones:
1) La situación internacional de conjunto,
en la que el movimiento proletario internacional y el movimiento de liberación
nacional, tienen tres enemigos principales: las tres superpotencias del primer
mundo con sus aliados en las potencias imperialistas del segundo mundo.
2) La situación de los países atrasados en
los cuales es obligación especificar la superpotencia o potencia que se
presenta como enemigo principal, conjurando a las demás potencias que intervengan
3) La situación de los países imperialistas
en los que el enemigo principal es el viejo Estado imperialista de su
propio país.
Esta convocatoria corresponde a la estrategia de la
revolución mundial; la base de ésta estrategia es la fusión del MLN con el MPI
en torno al marxismo leninismo maoísmo como mando y guía de toda revolución.
Esta fusión comienza con que los partidos comunistas, partidos del
proletariado, dirijan la revolución democrático-nacional en las naciones
oprimidas, revoluciones que forman el MLN. Por eso es necesario reconstituir o
generar partidos comunistas capaces de iniciar y desarrollar guerras populares
para conquistar el poder y defenderlo. Este es el valor estratégico de la
reconstitución; oponerse a ella o demorar su implementación, es oponerse a la
revolución mundial. La reconstitución requiere aplicar el marxismo leninismo
maoísmo, desarrollándolo en la forja de un pensamiento guía en cada país,
aplicarlo aplastando al revisionismo viejo y nuevo, y a las convergencias con
ellos, en tres niveles: en las masas populares, en los partidos comunistas y
principalmente en las direcciones de los partidos comunistas.
¿Qué problemas se presentan en América Latina?
Constituida
por naciones incompletas, por “naciones en formación” como lo constató
Mariátegui; realidad que persiste y se presenta como consecuencia de que no se
produjeron las revoluciones burguesas que tendrían que haber destruido la
feudalidad heredada de la colonia y además porque el dominio extranjero hoy
imperialista, entraba el desarrollo nacional. Por tanto en toda América Latina
existen tres problemas fundamentales: La semifeudalidad, la semicolonialidad y
el capitalismo burocrático, tres problemas que se presentan según las
especificaciones de cada país latinoamericano. Este es el camino imperialista,
el camino del capitalismo burocrático bajo el cual viven bajo opresión y
explotación, 700 millones de latinoamericanos. Terratenientes y gran burguesía,
son las clases que aplican los planes imperialistas, a través de sus viejos
Estados, con sus partidos y gobiernos ‘democráticos’ o ‘socialistas’, de facto
o fascistas, explotando y oprimiendo al proletariado, al campesinado y a la
pequeña burguesía de cada país latinoamericano y oprimiendo a sus respectivas
burguesías nacionales. La gran burguesía y los terratenientes de los distintos
países de América Latina, durante décadas recibieron beneficio del capitalismo
burocrático, engordaron, unas más que otras, y las más comienzan a soñar con
hegemonizar el continente para servir mejor a sus amos imperialistas. Esto es
así porque el capitalismo burocrático siendo engendro del imperialismo es también
un capitalismo monopolista, parasitario y agonizante, con capacidad de exportar
capitales, pero además dominado por el imperialismo y vinculado con los
terratenientes feudales. Así el desarrollo del capitalismo burocrático, ha
devenido en un grupillo de grandes burgueses que compiten por la hegemonía
comercial en el continente, es el caso por ejemplo, de las inversiones de
grupos económicos chilenos o peruanos o brasileños en otros países del
continente. Han levantado “plataformas de inversión” libres de impuestos y
restricciones, en las que se asientan los monopolios extranjeros para invertir
en el resto del continente; una de estas plataformas fue organizada en Chile
desde el año 2000 por el agente imperialista y rábula Ricardo Lagos. Pero el
capitalismo burocrático no puede sobrevivir sin el capital imperialista que lo
creó y lo alimenta, por eso su lucha por la hegemonía regional es indesligable
de su rastrera disposición a servir a una u otra potencia imperialista. Esta
pugna por la hegemonía regional es reflejo de la pugna interimperialista
mundial. En la actualidad Rusia y China, han ingresado al continente con
créditos baratos, financiando o hasta regalando proyectos, y vendiendo armas y
logística militar. Estas superpotencias se están presentando como la “izquierda
actual”, frente a la “derecha fascista” que es como le llaman a Estados Unidos,
en su afán de reeditar los viejos métodos del social-imperialismo soviético,
financiando organizaciones revisionistas (los falsos PC y los falsos ‘maoístas’)
y utilizando iconos del tercerismo pequeño burgués en una campaña
contrarrevolucionaria rusa y china que está iniciándose en el continente.
En oposición al camino burocrático del imperialismo, se
desarrolla en el continente el camino democrático de las masas populares
constituidas por un proletariado y demás trabajadores, que junto a una
acrecentada pequeña burguesía están concentrados en grandes masas de una o dos
grandes ciudades de cada país; y por un campesinado que predomina como la
fuerza principal de las revoluciones democrático-nacionales que bajo la
dirección de los Partidos Comunistas del proletariado latinoamericano,
destruirán la semifeudalidad, la semicolonialidad y el capitalismo burocrático
en el continente, las que una vez cumplidas pasaran sin interrupción a una
segunda etapa, de revoluciones socialistas y dentro de estas, las revoluciones
culturales, con rumbo al comunismo.
¿Cuál es la situación en Chile?
En nuestro país semifeudal,
semicolonial y con capitalismo burocrático, el gobierno de Piñera, pro
imperialista, demoliberal y con más crecientes rasgos fascistas, continúa la
profundización de un conjunto de medidas que se resumen en:
1.
Resolver la crisis nacional y profundizar el
capitalismo burocrático.
2.
Reajustar el Estado.
3.
Prevenir el inicio de una guerra popular.
Continúan los acuerdos e inversiones mixtas entre monopolios
estatales y no estatales. La pugna entre la nueva gran burguesía generada
durante el régimen militar (los pinochetistas), y la vieja gran burguesía
aristocrática no ha terminado. Los rasgos fascistas se expresan en puntuales
aplicaciones como son la corporativización de las universidades estatales o
tradicionales, el nuevo código del trabajo, el proyecto de reglamentación de la
toma de tierras por el campesinado mapuche y la nueva reforma del poder
judicial y de las instituciones policiales. El viejo Estado esta combinando la
represión abierta contra las acciones de masas, con una represión selectiva,
que va desde violentos allanamientos hasta asesinatos de dirigentes y
activistas de la masa, haciéndolos aparecer como suicidios (Macarena Valdés o
Alejandro Castro en Quinteros), como errores del personal policial (Camilo
Catrillanca) o como defensa propia ejercida por terratenientes (caso del c.
Luis Marileo). Complemento de esta represión sanguinaria, es la siniestra labor
del oportunismo y del viejo revisionismo de Teiller y cía. encargados de
adormecer las huelgas en la ciudad, y en el caso del campo, la actividad
siniestra del oportunismo de Huilcaman, Llaitul, Santos Millao, Cariqueo,
convertidos en sirvientes de las clases explotadoras y del imperialismo. Toda
esta podre contrarrevolucionaria, solo puede ser frenada y aniquilada por la
revolución, y ésta necesita de un Partido Comunista que la conduzca, Partido que
hoy requiere ser reconstituido, rescatándolo de las fauces del revisionismo.
Nuestro problema es por tanto, la especificación de la reconstitución en
nuestro país.
¿Cómo entendemos el
problema de la reconstitución?
Partimos de los planteamientos del camarada Gonzalo sobre la
reconstitución en el Perú, en los que se aprecia el principio marxista de
construcción.
“Retomar el Camino de Mariátegui es Reconstituir el Partido Comunista,
su Partido; es trabajar por su construcción ideológico-política, desarrollando
los fundamentos que le diera su fundador y es, simultáneamente, pugnar por su
construcción organizativa reajustando lo orgánico a lo político. Reconstituir
el Partido es hoy, en síntesis, impulsar su reconstitución Retomando a
Mariátegui y apuntando al desarrollo de la guerra popular.”
“Retomemos a Mariátegui y Reconstituyamos su Partido”. PCP. 1975
En la lucha de clases de todo país se forja un sistema de
ideas democrático, el cual a través de un proceso histórico, siempre deriva en
una comprensión marxista de la realidad. En nuestro caso este sistema de ideas
democrático cuajó en el conjunto de “las
ideas marxistas leninistas de Recabarren” que por su muerte prematura no
pudo desarrollarlas hacia una línea política general, como si lo hizo
Mariátegui en el Perú. Las ideas marxistas de Recabarren que sirvieron de guía
en el desarrollo inicial del partido, fueron reemplazadas por la línea burguesa
del revisionismo electorero, el cual ya desde 1925 planteaba aliarse a un
sector de las FFAA reaccionarias en apoyo al demoliberal Arturo Alessandri,
posteriormente en su IX Conferencia Nacional de 1933, acordaron la legalización
del partido y su intervención en frentes amplios electorales; en su XVI
congreso de 1962 acordaron las “tres pacíficas y los dos todos” del
revisionista Jruschov, acusando de “infantilismo” al Pensamiento Mao Tse-Tung;
y en su XVII congreso de 1965, después de expulsar al grupo Espartaco que
adhería al pensamiento Mao Tse-Tung, acordaron alianzas con el centro
electoral, sellando vínculos con la DC (Partido democracia cristiana). Frente a este derrotero de traición del
revisionismo, similar al de los demás países del continente, no correspondía
fundar otro partido como lo hizo el PCR de Chile (fundado en 1966), negando todo el proceso anterior de la
revolución democrático nacional iniciada en 1922. Lo que correspondía y
corresponde era aplastar esa línea revisionista burguesa retomando las ideas
marxistas de Recabarren y desarrollarlas bajo la guía del maoísmo. El segundo
problema que se presentaba es cómo aplicar la reconstitución. A diferencia de
la experiencia peruana, nosotros no recurrimos a la tesis de la “fracción
roja”, porque desde mediados de los años 60, en el partido comunista no quedaba
nada de Recabarren, consolidándose en su condición de partido burgués con el
agregado de adoptar bajo membrete de “socialismo” las posiciones
social-corporativistas del gobierno de Allende.
Desde el 2009, aplicamos la reconstitución como
“conformación y desarrollo de partidos comunistas”, basándonos en el siguiente
planteamiento del c. Gonzalo:
“La conformación y desarrollo de
partidos comunistas es tarea urgente y no hay razón para que no se conformen en
Partido, el problema no es de número sino de calidad, recordemos el glorioso
ejemplo de Marx y Engels, al comienzo no eran sino dos, luego el PCUS
comprendía muy pocos miembros, el PCCH también; mucho tiempo se pierde en
discusiones que obstaculizan la formación de partidos, no es lo mismo ser
organización que Partido, al fin y al cabo el problema es de ideología y de
brega indeclinable, el resto es tiempo. También los partidos comunistas tienen
que prestar atención a su militarización, basándose en principios ineludibles
aplicarla para que permita al Partido desarrollar la guerra popular porque a
través de las armas se transforma el mundo, así fue en la URSS, así también en
China”.
Preparación del II pleno. PCP. 1990
Sinteticemos citando palabras del c. Gonzalo:
“Conformar y desarrollar partido comunista”. Es tarea urgente. No hay razón para no
conformar Partido.
1. ¿Qué somos pocos? : “el problema no es de
número sino de calidad”
2. ¿Hay mucho que estudiar y discutir?
: “mucho tiempo
se pierde en discusiones que obstaculizan la formación de partidos”
3. ¿Por ahora ser modesta organización?
: “no es lo
mismo ser organización que Partido”
¿Cómo
conformar Partido?
Encontramos un esquema en las palabras del c. Gonzalo:
1. “El problema es de Ideología”.
Es decir, Enarbolar, defender y aplicar el maoísmo.
2. “El problema es de brega
indeclinable”. Es decir desenvolver brega en lucha de masas y lucha de dos
líneas.
3. “El resto es tiempo”.
Es decir descubrir y manejar la ley del proceso en curso, con aplicación de planes
y forja de dirección. Toda contradicción requiere tiempo para desarrollarse.
4. Aplicar la militarización.
- Base:
“Principios ineludibles”.
- Directriz: “Aplicarlos
para desarrollar la guerra popular”.
-
Centro: “A través de las armas se transforma el
mundo”.
-
Meta: El poder.
Aquí también está el principio marxista de la construcción.
En síntesis para nosotros la reconstitución del Partido Comunista significa el
aplastamiento del revisionismo y la aplicación del principio marxista de la
construcción partidaria, en función de preparar, iniciar y desarrollar la guerra
popular. Dentro de la construcción partidaria, la construcción
ideológico-política tiene como centro enarbolar y desarrollar las ideas
marxistas de Recabarren, bajo la guía del maoísmo, apuntando a completar la
línea política general de la revolución chilena; y la construcción organizativa
tiene como centro el reajuste correspondiente para la preparación e inicio de
la guerra popular. Este es el principio que nos guía desde el 2009 en medio de
una trayectoria de lucha de dos líneas y saltos hasta el presente.
¿Cuáles fueron las
luchas de dos líneas y el avance en la especificación de la reconstitución?
El inicio.
El
inicio de la reconstitución en el 2009 fue resultado de nuestra participación
en la lucha de clases, recordar las 300 personas detenidas para ubicarnos a
nosotros. El inició se cumplió en lucha contra una línea liquidacionista de
derecha que se opuso afirmando que el inicio fue resultado de reuniones
teóricas, deseo de una persona que nunca se autocritica, que lo que decía todos
hacían. Este liquidacionismo desarrolló infiltración, cuya responsabilidad fue
de la ex URC, hoy “fracción roja”. Esta línea liquidacionista se opuso a
difundir la tesis del capitalismo burocrático diciendo que las masas no la
entenderían, pretendió diluir la dirección planteando que cualquiera puede
conducir, negaba el papel de la dirección acusándonos de sectarios, de culto a
la personalidad, que todos hacen lo que una persona dice. Negaba la destrucción
del viejo Estado al plantear que “las masas pagan los errores y negligencia del
Estado”. Así mismo afirmaba que en periodo de elecciones “a los gobiernos solo
les importa el pueblo para mantenerse en el poder”, es decir, para este
liquidacionismo las elecciones eran un medio para llegar al poder. Afirmaba que
el problema de la tierra es un problema de forestales, y en lo ideológico
planteaba “que a veces hay que ser flexible en los principios”. Este
liquidacionismo que hoy se encuentra en las filas de “fracción roja”,
participaba de ‘coordinadoras’ y de convocatorias hechas por falsos
representantes del movimiento campesino mapuche, careciendo de un trabajo de
masas específico. En un documento de nuestra nueva dirección, se planteó:
“aquellos que en las reuniones tenían la timidez de un
discípulo, la voz liviana de un rastrero y una falsa calidez fraternal hacia
sus camaradas, mostraron su verdadera cara, sacaron sus banderas negras, se
aliaron y buscaron destruirnos con pesimismo, abriéndole camino a
revisionistas, a ideologías pequeñoburguesas, despreciando a las masas y defendiendo
la doble vida del profesional exitoso que deja el trabajo de masas para el
tiempo libre”.
Este liquidacionismo fue expulsado, iniciándose la I campaña
de rectificación en torno al documento “Contra el liberalismo” del Presidente
Mao. El año 2013, en una nueva lucha de dos líneas contra posiciones
derechistas, que centraban en grupismo, definimos “Enarbolar a Recabarren y
reconstituir su Partido Comunista en función de preparar e iniciar la guerra
popular para la conquista del poder”, lo que en síntesis se expresa como:
¡Enarbolar y reconstituir!, ¡Preparar e iniciar! La lucha derivó en una II
campaña de rectificación.
Las acciones propias.
En la I escuela política del 2013, se planteó que el proceso de la
reconstitución iniciado en el 2009, había sido impulsado por gentes
provenientes del movimiento intelectual, que siendo la orientación de la
reconstitución poner el campo como principal y la ciudad complemento,
corresponde asumir el siguiente principio establecido por el Presidente Mao:
“Los intelectuales nada podrán llevar a cabo si no se integran con las
masas obreras y campesinas. En último término, el criterio para distinguir
entre los intelectuales revolucionarios y los no revolucionarios o los
contrarrevolucionarios es ver si están dispuestos o no a integrarse con las
masas obreras y campesinas, y si realmente lo hacen. Sólo éste es el criterio
para distinguir a unos de otros, y no el que hablen de los Tres Principios del
Pueblo o del marxismo. Un verdadero revolucionario es aquel que desea
integrarse con las masas obreras y campesinas y realmente lo hace”.
A partir de este criterio se definió que como Partido en
reconstitución nos basamos en impulsar las acciones de las masas y a su
interior desarrollar acciones propias, simultánea y complementariamente; que en
esta etapa de la reconstitución la acción propia complementa la acción de masas
y no al revés. El sustento marxista que se planteó sobre las acciones propias
fue y es el siguiente:
“El movimiento de allá, lo mismo que el de aquí y que el que se está
desarrollando en las regiones mineras de Alemania, no puede hacerse con la sola
prédica. Son los hechos los que deben machacar la cosa en las cabezas de la
gente, pero el proceso será más rápido, desde luego, allí donde exista ya una
sección organizada y teóricamente educada del proletariado”.
Engels
“Desarrollar acciones, siempre son los hechos de las masas, del pueblo:
Cuando abre el surco es la acción que habla; cuando el yunque forja es la
acción que habla; cuando los hombres investigan, sacan leyes, es la acción que
habla; cuando manos armadas se alzan, es el pueblo que combate. Primero es el
hecho y luego la idea, y esa idea te lleva a acción más alta cada vez. Somos
reflejos certeros y justos de nuestra realidad.”
Presidente
Gonzalo
Sobre este sustento proclamamos en la Conferencia
internacional del 2014:
“Especificar más los planteamientos, desarrollarlos. Hoy no basta el
llamamiento general, cumple su papel pero hay que avanzar un poco más.
¡Reconstituir con acciones
propias los Partidos Comunistas aplastando al revisionismo!”
Las tres etapas.
En la II Escuela Política del 2014, planteamos: Estamos en la primera
revolución que es democrático nacional, y dentro de esta en el primer periodo
de dos: el periodo de lucha no armada. En este periodo iniciamos la
reconstitución del partido en el 2009, la misma que debemos esquematizar en
tres etapas, porque toda contradicción tiene tres etapas en su proceso de
comienzo a fin: el inicio, el desarrollo y el desenlace. Cronológicamente las
tres etapas de la reconstitución se plantea sintetizarlas así:
· Primera etapa. Enarbolar a Recabarren, iniciando
la reconstitución.
· Segunda etapa. Desarrollar a Recabarren
profundizando la reconstitución.
· Tercera etapa. Sancionar la LPG, el programa y
estatutos, culminando la reconstitución.
En el I Encuentro interregional del Movimiento Juvenil
Popular – MJP del 2016, se concluyó “buenos agitadores, malos organizadores”,
“vacilación para dirigir y organizar”, de esta manera estaba configurándose un
nuevo liquidacionismo.
Las cuatro
condiciones.
El año 2017, especificamos aún más la reconstitución
planteando que para pasar de la primera a la segunda etapa, se deben cumplir
cuatro condiciones mínimas: Primera, contar con línea política general y
programa; segunda, sancionar una sistematización de ideas erróneas y desarrollar
la respectiva campaña de rectificación; tercera condición, reajustar el
desarrollo organizativo y cuarta, aprobar el esquema de trabajo de la segunda
etapa. El nuevo liquidacionismo se presentó como oposición al tránsito hacia la
segunda etapa, expresándose como liquidacionismo de izquierda, bajo la
tendencia a encubrir las ideas derechistas con “izquierdismo”. Su expresión
central fue el autoritarismo y la capitulación planteando que la masa no quiere
luchar. En el plano político planteaba que no se comprende el capitalismo
burocrático, cuando el problema no es de comprensión sino de posición. Sobre
las acciones propias, centraban en acción y rehuían la campaña. En lo
organizativo confundían partido con organismo generado. En cuanto a la
dirección expresaban autoritarismo y oposición a que sin dirección no hay
partido y sin partido no hay revolución. En la lucha de dos líneas,
conciliación, pasar “de grandes luchas, a grandes conciliaciones”, no tratar al
paciente, más bien liquidar con críticas. En el trabajo de masas, seguidismo de
masas expresado como amiguismo, tildar a masa como reaccionaria por haber
emitido una opinión incorrecta. No reconocer los tres sectores de la masa.
Confundir trabajo de masas con hacer solo propaganda. Estilo de cliché en la
propaganda. Confundir trabajo de masas con “acompañar”. Este liquidacionismo
huyó de la lucha de dos líneas. Hoy nos encontramos en la III campaña de
rectificación denominada “menos pero mejores tropas”.
En síntesis, la reconstitución registra un gran avance en su
especificación, en medio de dificultades y atravesando una situación compleja.
En base a acciones propias, el salto a la segunda etapa cumpliendo las cuatro
condiciones, es nuestra perspectiva inmediata.
No basta predicar, hay que
actuar; todo es cuestión de si quieres o no hacer la revolución. Rechazamos la
posición expresada en el documento de los “once partidos” sobre los 26 años, en
el que se dice que el problema del MCI es de comprensión del maoísmo, para
nosotros es un problema de aplicación, es decir, de especificar la regla, el
principio general, en tu realidad concreta. Llamamos a los activistas consecuentes
y revolucionarios, a desarrollar lucha de dos líneas contra las ideas
revisionistas del mencionado documento.
¡Viva la I Conferencia latinoamericana!
¡Que el maoísmo sea mando y guía de la
revolución mundial!
¡Reconstituir los partidos comunistas en
función de la guerra popular!
CR. Partido Comunista de Chile.
Chile, diciembre 2, 2018.